miércoles, 25 de marzo de 2020

ABRIGOS DE ARPÁN. COLUNGO (PARQUE CULTURAL DEL RÍO VERO)

ARTE RUPESTRE EN ARAGÓN (1998-2018)*
CATÁLOGO DE YACIMIENTOS DE HUESCA (124-127), por Manuel Bea Martínez (Coordinador)
*Editado por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón
HISTORIA
   Las pinturas rupestres del abrigo de Arpán L tienen el privilegio de haber sido las primeras en ser des cubiertas en el contexto de los trabajos de prospección realizados por el equipo del Museo de Huesca iniciados en 1978. Los calcos de las pinturas (Beltrán y Baldellou 1980) y el contenido de las mismas se fueron publicando en numerosos trabajos de carácter sintético (Baldellou 1980, 1982a, 1982b, 1984), si bien la monografía definitiva de las pinturas saldría a la luz 25 años después de su descubrimiento (Baldellou, Painaud, Calvo y Ayuso 1993a), excelente trabajo en el que serían incluidos los conjuntos esquemáticos descubiertos con posterioridad.

LOCALIZACIÓN
      El nombre del abrigo deriva del barranco en el que se localiza éste y que desemboca en la margen izquierda del río Vero, en una zona denominada como barranco de Villacantal. En este mismo barranco, a 800 metros aguas abajo, se encuentra la cueva de la Fuente del Trucho, único ejemplo seguro de arte rupestre paleolítico en Aragón, de manera que en menos de un kilómetro se conjugan representaciones artísticas de los tres artes rupestres prehistóricos mayores: Paleolítico, Levantino y Esquemático. 
   El acceso al abrigo supone una marcha a pie perfectamente indicada mediante paneles indicadores, existiendo la posibilidad de realizar una visita guiada al conjunto. La senda se inicia aproximadamente a algo más de quince kilómetros de Colungo en dirección a Lecina, punto en el que se encuentra habilitado un pequeño estacionamiento para vehículos. Desde ese mismo punto se inicia la pista de tierra que conduce a través de un paisaje típico de la Sierra de Guara hasta los abrigos. 
    Éstos se abren en la margen derecha del barranco de Arpán, en una zona escarpada y a cierta altura con respecto al fondo de la rambla, cercanos a la denominada torrentera de Peña Roya, lo que le permite gozar de una amplia visibilidad del entorno.
DESCRIPCIÓN
      Los abrigos decorados se encuentran muy próximos entre sí, si bien tan sólo en uno de ellos, el de mayores dimensiones, se constatan representaciones levantinas. Este abrigo tiene 9 metros de longitud por 6 metros de profundidad máxima, unas dimensiones que permiten diferenciar hasta cuatro sectores que subdivididos en zonas dan cabida a 38 figuraciones.
    En el extremo izquierdo del abrigo se localiza el sector 1, donde se concentra un interesante conjunto pictórico con figuras de distintas tendencias estilísticas todas ellas de color rojo, aunque con diferentes matices. Las representaciones contenidas en esta zona resultan particularmente difíciles de ver debido a la pigmentación muy desvaída en unos casos y a la generalización de desconchados o a los ahumados en otros. 

    Resulta interesante la representación estilizada, aunque no esquemática, de un antropomorfo con el cuerpo ligeramente arqueado, la única pierna completa conservada aparece flexionada, los brazos hacia delante y flexionados en actitud de asir una especie de escala compuesta por dos largos trazos verticales paralelos y otros más cortos a modo de travesaños transversales. Unos 40 centímetros por debajo de esta escala y justo en su vertical aparece otro elemento de igual morfología que tal vez pudiera corresponder a la misma escalera cuya mayor parte se habría perdido.
    Parece reproducir una escena en la que el antropomorfo sube o baja por la escala. En este sentido resulta muy sugerente interpretar una serie de diez pequeños signos en forma de punta de flecha como pájaros o insectos volando, y que se representarían junto a una especie de nido o panal situado a mitad de trayecto entre las dos partes de la escala. Tal vez, formaran parte de la misma escena, en la que el antropomorfo descendiera por la escala hacia el nido o panal. 
    En esta misma zona cabe destacar la representación de un cuadrúpedo, definido como una posible cierva, orientado a la derecha y de tendencia subnaturalista y parcialmente conservado, caracterizado por un hocico alargado y unas orejas de terminación roma. Las patas son meros trazos lineales, sin detalles ni tratamiento anatómico, lo que le otorga un aspecto rígido. Resulta interesante la superposición de las dos patas traseras del animal sobre la espalda del antropomorfo referido con anterioridad. 
    Otros restos y manchas completan las representaciones de la primera zona decorada, destacando una representación esquemática humana en doble “Y”. 
    Por debajo de esta agrupación se representó una posible escena de caza compuesta por un arquero subnaturalista que aparece orientado a la izquierda, tensando el arco con una flecha cargada y apuntando a los restos, prácticamente perdidos, de un cuadrúpedo de especie inidentificable. A la derecha del arquero, aparece otra figura humana de mayores dimensiones pero de tendencia igualmente subnaturalista con el cuerpo alargado pero contundente, piernas abiertas cuya mala conservación impide reconocer tratamiento anatómico alguno, y cabeza parcialmente conservada sin rasgos diferenciales mientras que el brazo mejor conservado, en la parte derecha de la figura, aparece adelantado al cuerpo y ligeramente flexionado. 
    A la derecha de estas representaciones aparecen unos restos figurativos, bastante mal conservados, que tal vez pudieran reproducir, aunque en menores dimensiones, la temática del antropomorfo y la escala descrita en la primera zona. 
    Las pinturas contenidas en el sector 2 del abrigo se encuentran especialmente afectadas por líquenes y por el ennegrecimiento producto del humo de hogueras dada su ubicación en el techo del abrigo. Debido a esta circunstancia resulta difícil reconocer la naturaleza de estas figuras, aunque parece plausible definir una representación humana.
   El sector 3 es, probablemente, el más espectacular del conjunto, por sus dimensiones, número y conservación de las figuraciones. La representación más emblemática del abrigo se localiza en este sector, y se corresponde con un gran ciervo macho de color rojo vivo. El animal se localiza en el centro de la estación, orientado a la derecha y en actitud majestuosa. Diversos desconchados afectan a una de las patas traseras y a la parte delantera del cuerpo, a pesar de lo cual se puede apreciar el naturalismo de la representación. Ésta se muestra proporcionada, con las patas delanteras ligeramente echadas hacia delante, sin que se aprecien detalles. La cabeza aparece erguida, con el morro redondeado y con unas astas en perspectiva torcida de trazo relativamente grueso, incluso en la plasmación de los candiles. 
    A la izquierda de este ciervo se observan los restos de otro, de menores dimensiones pero en el que se constata un tratamiento más cuidado en su ejecución. Trazos más limpios y precisos ayudan a diferenciar la cabeza del animal con una asta conservada y restos del cuerpo y de las patas.
    Por debajo de estas figuras se extiende una alineación horizontal de puntos o digitaciones que se desarrollan a lo largo de más de 3 metros y que en determinadas zonas se complementa con otras alineaciones de menores dimensiones que discurren paralelas a la primera. Hacia la derecha aparecen manchas y restos de color inidentificables, si bien en un caso se aprecia la figura muy perdida de un cuadrúpedo y escasos restos pertenecientes a la cornamenta de un ciervo. 
    En el extremo derecho de este sector se reconoce la figura de un arquero orientado a la izquierda, y de la que tan sólo se conservan parcialmente las piernas abiertas en una clara actitud de marcha, y el arco de triple curva que conservaría parte de la cuerda y en el que llevaría una flecha cargada. En la parte superior derecha del arquero se reconoce un haz de cinco flechas dispuestas en vertical y paralelas entre sí, como si descansaran apoyadas en la pared o guardadas en un carcaj a la espalda del antropomorfo. 
    En el sector 4, el más próximo a la entrada del abrigo, se reproduce una escena de caza cuyas figuraciones aparecen realizadas con un estilo subnaturalista bastante tosco. La escena está compuesta por un ciervo y un arquero en actitud de disparo. El animal se muestra orientado a la derecha y presenta un cuerpo masivo, patas lineales sin concretar detalles y una cornamenta de grandes dimensiones y de trazo grueso. Yuxtapuesto a esta figura se pintó un arquero de cuerpo de tendencia rectangular, piernas ligeramente abiertas que asientan su posición estática, cabeza globular y un arco rectilíneo y corto con una flecha preparada y apuntada hacia el ciervo. 
    Los abrigos que se abren en las inmediaciones del que contiene las figuras levantinas reciben la denominación de Arpán E1 y E2. El de mayores dimensiones, que alcanza poco más de 1,5 metros de longitud y 0,6 metros de profundidad máxima, se localiza inmediatamente debajo del abrigo de Arpán y contiene un conjunto de pinturas de color rojo en un único sector o panel. Entre los restos de manchas y digitaciones es posible observar un posible cérvido parcialmente conservado, de estilo subnaturalista muy tosco.
    El abrigo de Arpán E2 se localiza en una posición relativamente alejada de los anteriores, a unos 40 metros más abajo en dirección Sur. La cavidad se abre al mediodía con unas dimensiones notables de 14 metros de longitud, 15 metros de altura y 7 de profundidad máxima, por lo que permanece continuamente iluminada por el Sol. Son 29 los restos pictóricos localizados en la cavidad, que se distribuyen en dos sectores bien diferenciados en cuanto a la técnica empleada. Así, en el primero tan sólo se constata el uso de pintura, mientras que en el segundo resulta mayoritario el empleo del grabado. 
    Las figuras pintadas, la mayoría de color rojo, del sector 1 se localizan en la pared Este del abrigo, apreciándose barras, digitaciones, manchas y dos posibles antropomorfos. Uno de éstos responde al tipo denominado “golondrina” y se realizó en negro, mientras que el otro es de color rojo granate y se define como cruciforme, destacando dos trazos verticales que parten de los brazos hacia abajo. 
    El sector 2 se localiza en el fondo del abrigo, y en éste tan sólo se documenta una única representación pictórica definida como una barra vertical de color rojo oscuro. 
    Asimismo, las representaciones pintadas resultan muy escasas en el sector 3, destacando su aparente relación con accidentes naturales, ya que las manchas y barras se disponen en función del desarrollo vertical de coladas de calcita.



RUTA AL ABRIGO DEL FORAU DEL COCHO

  Manuel Bea Martínez y Paloma Lanau Hernáez (coords.).  Editado por IEA / Diputación Provincial de Huesca, 2021. ITINERARIOS A CONJUNTOS RU...