miércoles, 22 de julio de 2020

ABRIGO DE ELS GASCONS. CRETAS (TERUEL)

ARTE RUPESTRE EN ARAGÓN (1998-2018)*
CATÁLOGO DE YACIMIENTOS DE TERUEL (216-218), por Manuel Bea Martínez (Coordinador)
*Editado por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón

HISTORIA
    Este abrigo, junto al de la Roca dels Moros, inaugura la “era de los descubrimientos” del arte levantino. Es significativo cómo cuenta Breuil en la publicación de 1909 el descubrimiento de las pinturas de “Els Gascons”. Tras haber examinado la Roca de los Moros y pasando revista a las rocas vecinas regresaba a Calaceite cuando, a 200 metros del abrigo de los frescos, Breuil vio, a treinta metros de distancia y en la superficie de una roca iluminada por el sol poniente, una silueta de un animal pintado. El propio Breuil remarca la primicia de su descubrimiento en contraposición a Cabré cuando asegura que este nuevo hallazgo de una roca pintada era ignorada de todos, mientras que la primera era conocida de los naturales...

    De la publicación en 1909 se haría eco Cabré en su Arte rupestre en España, obra en la que le dedica un estudio pormenorizado (Cabré 1915). Cuando P. Bosch Gimpera llega al yacimiento para estudiar su contenido en 1923, las pinturas habían sido arrancadas. En un intento de salvaguardar estas pinturas, en la línea de lo que se hizo con las de la Roca dels Moros, se destruirá la práctica totalidad de las mismas, con lo que en la actualidad tan sólo se conserva una cabra pintada en negro y la pierna de un posible arquero (Mazo et alii 1987: 97). Los resultados de la excavación arqueológica llevada a cabo al pie del conjunto en 2008 fueron negativos, aunque dentro de esta actuación se contempló el estudio integral de las representaciones rupestres así como el cerramiento de la estación ( Bea et alii, 2009).
LOCALIZACIÓN
    El abrigo se encuentra en el denominado barranco de Gascons, que se une al de Calapatá, a escasos 200 metros de distancia del famoso abrigo de la Roca dels Moros, formando parte del mismo contexto geográfico abrupto y vegetación mediterránea.
DESCRIPCIÓN
    Serán los ciervos de gran naturalismo las figuras más grandes del conjunto, pero aparecerían también otras manifestaciones animales como cabras, bóvidos y un caballo, algunos de ellos, según Cabré, grabados en la roca. De entre todas las figuras destacan dos grandes figuras de ciervos machos en color rojo y negro de un gran naturalismo que se desplazan en carrera hacia la izquierda.      El realismo de estas figuras se puede paralelizar con el de las aparecidas en el abrigo de la Roca dels Moros con las que comparten detalles anatómicos. En el mismo panel se pintaron hasta cuatro figuras humanas, una de ellas de aspecto lineal o estilizada superpuesta a una de las patas traseras de un gran ciervo, mientras las otras conforman una escena en la que tres arqueros se disponen en una fila ligeramente inclinada. En estas representaciones se reconocen algunos rasgos del estilo clásico levantino: cabeza globular, cuerpo triangular, piernas modeladas y brazos más lineales. Destaca que en estas figuraciones la pierna más adelantada se representara flexionada, en una pose similar a la aparecida en otros conjuntos levantinos turolenses, como en el Arquero del Pudial o en los Chaparros.
    La novedad que aporta éste con respecto al vecino abrigo de la Roca dels Moros es la presencia de la figura humana. Ésta estaría representada por cuatro arqueros, tres de ellos clasificables dentro del tipo levantino clásico con idéntica pose entre sí y siguiendo una disposición oblicua hacia la derecha que no ofrece idea de gran movilidad por la pose estática de las representaciones. El cuarto individuo aparece corriendo o marchando enérgicamente hacia la izquierda pudiéndose clasificar como lineal teniendo en cuenta el mayor grado de estilización o simplificación de la figura.
    Se observarían por tanto, al menos tres fases decorativas diferentes, a pesar de que Cabré estableciera tan sólo dos, basadas sobre todo en función de la técnica empleada. Una con la representación de las figuras animales, otra en la que se realizarían los tres arqueros clásicos levantinos, y una tercera en la que se pintaría el antropomorfo lineal.


martes, 7 de julio de 2020

ABRIGO DE LA ROCA DELS MOROS. CRETAS (TERUEL)

ARTE RUPESTRE EN ARAGÓN (1998-2018)*
CATÁLOGO DE YACIMIENTOS DE TERUEL (214-215), por Manuel Bea Martínez (Coordinador)
*Editado por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón

HISTORIA
    En una breve nota publicada en 1907 en el Boletín de Historia y Geográfica del Bajo Aragón acerca de las pinturas de Cretas, Vidiella, estudioso autodidacta y colaborador de investigadores, apunta al hecho de que las pinturas eran ya conocidas por los vecinos de Cretas, quienes en 1905, y no en 1903, comunicarían a Cabré la existencia de las mismas, quien desde entonces aparece como el verdadero descubridor de las pinturas prehistóricas de Calapatá (Vidiella 1907: 69).
    Tras el descubrimiento del conjunto, el abrigo sería estudiado por el propio abate Breuil, padre de los estudios sobre arte rupestre, quien publicaría los resultados junto a Cabré (Breuil y Cabré 1909), quien a su vez incluiría el abrigo en su obra de referencia (Cabré 1915). 
  Sin embargo, la historia de estas pinturas merece ser analizada con mayor detenimiento. Así, en las publicaciones de Cabré se hace referencia a un tejero que trabajaba cerca del abrigo decorado y que, según el investigador, pretendía volarlas para encontrar el presunto tesoro que permanecería enterrado al pie del abrigo. Con la idea de preservar las pinturas, que hasta ese momento nunca habían sido objeto de acción vandálica alguna, se arrancaron de la roca, deteriorándose en el proceso. Actualmente, las pinturas se encuentran expuestas en el Museo de Arqueología de Cataluña. Esta actuación fue duramente criticada por otros investigadores como Bosch Gimpera, en su publicación del barranco de Calapatá de 1924. 
    En una revisión a finales de los ochenta, se observaría la existencia en un segundo panel del mismo abrigo de un par de patas traseras correspondientes a otro cérvido (Mazo et alii 1987: 97).
    En 2008, se llevo a cabo la excavación arqueológica al pie del panel decorado, así como el estudio integral de las pinturas dirigido por Martínez Bea, en el marco del proyecto de “Restauración y protección del arte rupestre de la Comarca del Matarraña” coordinado desde la Comarca del Matarraña y financiado por la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Cultura a través del 1% cultural. Gracias a este proyecto fue posible dotar al conjunto de un moderno cerramiento y de accesos para su visita.
LOCALIZACIÓN
   El barranco de Calapatá, entre las poblaciones turolenses de Cretas y Calaceite, confluye con el río Matarraña. En la zona conocida como La Tejería, cercana al conocido barranco de Els Gascons, se localiza el abrigo de la Roca dels Moros, en el término municipal de Mazaleón. La estación decorada se encontraba en la margen derecha del barranco de Calapatá, en una situación elevada con respecto al fondo del mismo lo que le permite obtener una amplia panorámica del propio barranco.Una pequeña representación de bóvido, de carácter algo más tosco, completa el repertorio iconográfico de la estación compartiendo con las anteriores figuras un cierto naturalismo en la representación de las patas, sexo, orejas y un solo cuerno en perspectiva correcta.
   La técnica empleada en la realización de estas figuras aparecería como una novedad, hasta el descubrimiento del conjunto del Barranco Hondo de Castellote, ya que, según Cabré, se emplearía el grabado para contornear las figuras que posteriormente se rellenarían con tintas planas. No obstante, exámenes posteriores realizados sobre las pinturas por diversos autores, desmienten o relativizan la existencia del silueteado grabado (Martínez-Bea 2004b).
    Gracias a los trabajos de limpieza y restauración del conjunto, llevados a cabo por E. Guillamet y L. Ballester, se descubrieron dos nuevas representaciones pictóricas. La primera de ellas se corresponde con un antropomorfo rojo pardo oscuro, orientado hacia la derecha y parcialmente conservado, de morfología esencialmente lineal y sin apenas concesiones a los detalles anatómicos. Conserva la cabeza, de morfología piriforme, aunque bastante afectada por diversas descamaciones. Los brazos se conservan sólo parcialmente, y se desarrollan a lo largo del tronco inclinado hacia delante. El cuerpo adopta forma de triángulo invertido. Las piernas tienden hacia la estilización lineal, si bien en la más retrasada parece intuirse un ligerísimo engrosamiento que podría indicar la pantorrilla. A la altura de la cintura se aprecia un trazo lineal que atraviesa la figura y que podría corresponderse con un posible arco o haz de flechas. 
    El segundo motivo se define como un cuadrúpedo naturalista, aunque no tanto como los ciervos del mismo abrigo. Las patas delanteras fueron realizadas mediante dos trazos lineales paralelos que terminan, al menos el izquierdo, en un ligero ensanchamiento basal que podría indicar el casco o pezuña del animal. No se muestra de igual manera el cuarto trasero, en el que es imposible apreciar diferenciación entre las dos patas, aunque la grupa fue realizada mediante unas formas redondeadas y contundentes que definen bastante bien la rotundidad de la figura. El cuello fue representado relativamente fino con respecto a la anchura corporal del animal y bastante largo, de forma que, aunque no se conserva la cabeza, se podría interpretar como una figura de cérvido o équido.





miércoles, 1 de julio de 2020

ABRIGO DE LAS CAÍDAS DE SALBIMEC. MAZALEÓN (TERUEL)

ARTE RUPESTRE EN ARAGÓN (1998-2018)*
CATÁLOGO DE YACIMIENTOS DE TERUEL (212-213), por Manuel Bea Martínez (Coordinador)
*Editado por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón

HISTORIA
    El abrigo fue descubierto por Pérez Temprado en 1920, fruto de una intensa labor de prospecciones llevadas a cabo en la zona. Sin embargo, y tras una breve referencia al conjunto (Vallespí 1953), los resultados íntegros del mismo no se publicarían hasta 1954 (Pérez Temprado y Vallespí 1954), apuntando la continuidad en el uso del abrigo hasta época moderna para diferentes funciones, como la de colmenar.
   En un momento impreciso posterior a la terminación del estudio de las pinturas,parte de éstas serían arrancadas, mermando notablemente el conjunto compositivo.
LOCALIZACIÓN
    Su ubicación geográfica, dominando el barranco en el que se enclava y con orientación sureste, es definida como excelente desde el punto de vista estratégico por Pérez Temprado y Vallespí, atendiendo al entorno abrupto y de bosque mediterráneo en el que se localiza.
    El barranco en el que se sitúa el yacimiento desagua a la orilla derecha del Matarraña, frente al barranco en el que se ubica la malograda estación levantina de la Roca de los Moros. Las pinturas conservadas se localizan en la zona derecha del abrigo.

DESCRIPCIÓN
    Resulta interesante resaltar la disposición diferencial de las figuras contenidas en el abrigo en función de un estilo. La estación se compone de dos frisos que se unen formando un ángulo. En el friso de la izquierda se pintaron las figuras naturalistas, mientras que en el de la derecha se representaron las esquemáticas.
    En cuanto a las primeras, se describen una figura humana con arco o flecha en actitud dinámica hacia la izquierda compuesta por un cuerpo de tendencia triangular y lineal relativamente corto, una cabeza globular y piernas delgadas con un ligero tratamiento muscular; otra posible representación humana (aunque totalmente ilegible) dos centímetros por debajo de la primera; la figura de una cierva naturalista a la derecha de la primera figura humana, también en actitud dinámica y orientada a la izquierda, con gráciles patas en las que se representaron los corvejones, un largo y elegante cuello erguido y una pequeña cabeza bien perfilada en la que se observan las orejitas del animal; en este mismo friso se observan los cuartos traseros de otro cérvido de la misma tendencia que el anterior.

    El segundo de los paneles decorados contiene representaciones de estilo esquemático entre las que es posible diferenciar a un antropomorfo andando tranquilamente hacia la derecha y un grupo formado por dos representaciones humanas, una en posición vertical a la que parece unirse otra figuración antropomorfa.
    El color induce a Pérez Temprado y Vallespí a pensar en la sincronicidad de los dos frisos, y asignan una cronología para éstos neolítica o mejor eneolítica, en función de los yacimientos predominantes en el Matarraña (Pérez Temprado y Vallespí 1954: 37)





RUTA AL ABRIGO DEL FORAU DEL COCHO

  Manuel Bea Martínez y Paloma Lanau Hernáez (coords.).  Editado por IEA / Diputación Provincial de Huesca, 2021. ITINERARIOS A CONJUNTOS RU...