CATÁLOGO DE YACIMIENTOS DE HUESCA (172-173), por Manuel Bea Martínez (Coordinador)
*Editado por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón
HISTORIA
El hallazgo de este abrigo se enmarca en el contexto de los trabajos de prospecciones intensivas realizados por el Museo Provincial de Huesca dirigidos por V. Baldellou, siendo dado a conocer en 1986 (Baldellou; Painaud y Calvo 1986). La interesante superposición contenida en esta estación ha hecho que fuera citada en numerosos trabajos sobre arte rupestre en Aragón, entre los que destacan los de A. Beltrán (1993) y P. Utrilla (2000).
LOCALIZACIÓN
La estación decorada se ubica en el término municipal de Adahuesca, abriéndose en las estribaciones rocosas homónimas. Al abrigo se accede a pie, si bien es posible realizar parte del camino en vehículo por la pista que lleva al denominado Mesón de Sevil.
DESCRIPCIÓN
Las pinturas se encuentran muy agrupadas en el abrigo. Éste, con unas dimensiones de algo más de 4 metros de longitud por 3,5 de altura y casi 3 de altura, se encuentra orientado al Suroeste.
Las representaciones pictóricas responden a dos estilos completamente diferentes cuya superposición ha suscitado importantes cuestiones acerca de la cronología del arte rupestre levantino.
Las representaciones pictóricas responden a dos estilos completamente diferentes cuya superposición ha suscitado importantes cuestiones acerca de la cronología del arte rupestre levantino.
El primer conjunto se compone de unos signos geométricos de color rojo claro, del tipo denominado lineal-geométrico, terminología aceptada por diversos autores para las figuraciones referidas. Se trata de una serie de trazos angulares en forma de M cuyo vértice inferior aparece encajado en el espacio formado por los dos vértices superiores conformando una especie de desarrollo vertical en el que se aprecia la conjunción de
hasta siete de estos trazos. Una nueva serie similar al esquema anterior, aunque de diferente coloración y de menor tamaño, se observa a unos 17 centímetros más abajo del primero.
Entre las representaciones descritas se pintaron tres figuras zoomorfas, dos de las cuales se superponen directamente a los signos geométricos. Estas figuraciones se muestran parcialmente conservadas, tan sólo parte del cuerpo, patas delanteras y cuello del animal. La primera de estas figuras parece corresponderse con un cérvido de estilo naturalista de tonalidad negruzca y orientado a la derecha que se superpone al segundo de los signos geométricos descritos. Conserva parte del cuerpo, denotando unas precisas proporciones con respecto a las patas delanteras, las únicas conservadas, en las que se representaron las articulaciones de las mismas y las pezuñas. Restos de pintura parecen corresponderse con la cabeza del animal, apuntándose una morfología de tendencia triangular para la misma.
Sobre el lomo de esta figura se superponen las patas delanteras de otra representación animal, aunque aparece peor conservada. Asimismo, el tratamiento estilístico y técnico observado en esta representación no participa del realismo y detalle descrito en la anterior. La coloración rojiza contrasta abiertamente sobre la figura precedente, subrayando la realización de este segundo cuadrúpedo en un momento posterior. Tan sólo se conserva el tercio delantero del animal del que destacan las patas más gruesas y de peor factura que las del cérvido ya descrito, y un largo cuello con una serie de restos que pertenecerían a la cabeza prácticamente perdida. Esta misma representación también se ha interpretado de forma muy diferente. En una segunda descripción se contempla la posibilidad de que lo definido como cuerpo del cuadrúpedo se correspondiera en realidad con una cabeza maciza de un animal, quizá de jabalí, en posición oblicua hacia la izquierda, con las patas delanteras extendidas hacia delante como si cayera o saltara.
Sobre esta figura se advierten los trazos pertenecientes a otro posible cuadrúpedo de color granate, y del que tan sólo se conserva la parte central del cuerpo y restos de las patas que no permiten reconocer la orientación de la figura que se superpone a los signos geométricos comentados en primer lugar.
Diversos restos ilegibles o inidentificables salpican las zonas cercanas a las representaciones descritas.
Sobre el lomo de esta figura se superponen las patas delanteras de otra representación animal, aunque aparece peor conservada. Asimismo, el tratamiento estilístico y técnico observado en esta representación no participa del realismo y detalle descrito en la anterior. La coloración rojiza contrasta abiertamente sobre la figura precedente, subrayando la realización de este segundo cuadrúpedo en un momento posterior. Tan sólo se conserva el tercio delantero del animal del que destacan las patas más gruesas y de peor factura que las del cérvido ya descrito, y un largo cuello con una serie de restos que pertenecerían a la cabeza prácticamente perdida. Esta misma representación también se ha interpretado de forma muy diferente. En una segunda descripción se contempla la posibilidad de que lo definido como cuerpo del cuadrúpedo se correspondiera en realidad con una cabeza maciza de un animal, quizá de jabalí, en posición oblicua hacia la izquierda, con las patas delanteras extendidas hacia delante como si cayera o saltara.
Sobre esta figura se advierten los trazos pertenecientes a otro posible cuadrúpedo de color granate, y del que tan sólo se conserva la parte central del cuerpo y restos de las patas que no permiten reconocer la orientación de la figura que se superpone a los signos geométricos comentados en primer lugar.
Diversos restos ilegibles o inidentificables salpican las zonas cercanas a las representaciones descritas.
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