CATÁLOGO DE YACIMIENTOS DE TERUEL (212-213), por Manuel Bea Martínez (Coordinador)
*Editado por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón
HISTORIA
El abrigo fue descubierto por Pérez Temprado en 1920, fruto de una intensa labor de prospecciones llevadas a cabo en la zona. Sin embargo, y tras una breve referencia al conjunto (Vallespí 1953), los resultados íntegros del mismo no se publicarían hasta 1954 (Pérez Temprado y Vallespí 1954), apuntando la continuidad en el uso del abrigo hasta época moderna para diferentes funciones, como la de colmenar.
En un momento impreciso posterior a la terminación del estudio de las pinturas,parte de éstas serían arrancadas, mermando notablemente el conjunto compositivo.
LOCALIZACIÓN
Su ubicación geográfica, dominando el barranco en el que se enclava y con orientación sureste, es definida como excelente desde el punto de vista estratégico por Pérez Temprado y Vallespí, atendiendo al entorno abrupto y de bosque mediterráneo en el que se localiza.
El barranco en el que se sitúa el yacimiento desagua a la orilla derecha del Matarraña, frente al barranco en el que se ubica la malograda estación levantina de la Roca de los Moros. Las pinturas conservadas se localizan en la zona derecha del abrigo.
DESCRIPCIÓN
Resulta interesante resaltar la disposición diferencial de las figuras contenidas en el abrigo en función de un estilo. La estación se compone de dos frisos que se unen formando un ángulo. En el friso de la izquierda se pintaron las figuras naturalistas, mientras que en el de la derecha se representaron las esquemáticas.
En cuanto a las primeras, se describen una figura humana con arco o flecha en actitud dinámica hacia la izquierda compuesta por un cuerpo de tendencia triangular y lineal relativamente corto, una cabeza globular y piernas delgadas con un ligero tratamiento muscular; otra posible representación humana (aunque totalmente ilegible) dos centímetros por debajo de la primera; la figura de una cierva naturalista a la derecha de la primera figura humana, también en actitud dinámica y orientada a la izquierda, con gráciles patas en las que se representaron los corvejones, un largo y elegante cuello erguido y una pequeña cabeza bien perfilada en la que se observan las orejitas del animal; en este mismo friso se observan los cuartos traseros de otro cérvido de la misma tendencia que el anterior.
El segundo de los paneles decorados contiene representaciones de estilo esquemático entre las que es posible diferenciar a un antropomorfo andando tranquilamente hacia la derecha y un grupo formado por dos representaciones humanas, una en posición vertical a la que parece unirse otra figuración antropomorfa.
El color induce a Pérez Temprado y Vallespí a pensar en la sincronicidad de los dos frisos, y asignan una cronología para éstos neolítica o mejor eneolítica, en función de los yacimientos predominantes en el Matarraña (Pérez Temprado y Vallespí 1954: 37)
Su ubicación geográfica, dominando el barranco en el que se enclava y con orientación sureste, es definida como excelente desde el punto de vista estratégico por Pérez Temprado y Vallespí, atendiendo al entorno abrupto y de bosque mediterráneo en el que se localiza.
El barranco en el que se sitúa el yacimiento desagua a la orilla derecha del Matarraña, frente al barranco en el que se ubica la malograda estación levantina de la Roca de los Moros. Las pinturas conservadas se localizan en la zona derecha del abrigo.
DESCRIPCIÓN
Resulta interesante resaltar la disposición diferencial de las figuras contenidas en el abrigo en función de un estilo. La estación se compone de dos frisos que se unen formando un ángulo. En el friso de la izquierda se pintaron las figuras naturalistas, mientras que en el de la derecha se representaron las esquemáticas.
En cuanto a las primeras, se describen una figura humana con arco o flecha en actitud dinámica hacia la izquierda compuesta por un cuerpo de tendencia triangular y lineal relativamente corto, una cabeza globular y piernas delgadas con un ligero tratamiento muscular; otra posible representación humana (aunque totalmente ilegible) dos centímetros por debajo de la primera; la figura de una cierva naturalista a la derecha de la primera figura humana, también en actitud dinámica y orientada a la izquierda, con gráciles patas en las que se representaron los corvejones, un largo y elegante cuello erguido y una pequeña cabeza bien perfilada en la que se observan las orejitas del animal; en este mismo friso se observan los cuartos traseros de otro cérvido de la misma tendencia que el anterior.
El segundo de los paneles decorados contiene representaciones de estilo esquemático entre las que es posible diferenciar a un antropomorfo andando tranquilamente hacia la derecha y un grupo formado por dos representaciones humanas, una en posición vertical a la que parece unirse otra figuración antropomorfa.
El color induce a Pérez Temprado y Vallespí a pensar en la sincronicidad de los dos frisos, y asignan una cronología para éstos neolítica o mejor eneolítica, en función de los yacimientos predominantes en el Matarraña (Pérez Temprado y Vallespí 1954: 37)
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