Por Helen Briggs. Noticias de la BBC
Un modelo 3D creado escaneando el húmero de una mujer del neolítico |
Un
estudio sugiere, que moler grano durante muchas horas al día, dio a las mujeres
prehistóricas unos brazos más fuertes que las remeras de élite de hoy en día.
El
descubrimiento apunta a una ''historia oculta'' del agotador trabajo manual
realizado por mujeres durante milenios, dicen investigadores de la Universidad
de Cambridge.
Las
demandas físicas en las mujeres prehistóricas pueden haber sido subestimadas en
el pasado, según muestra el estudio. De hecho, el trabajo de las mujeres fue un
impulsor crucial de las primeras economías agrícolas.
"Este
es el primer estudio que compara los huesos femeninos prehistóricos con los de
las mujeres vivas", dijo el investigador principal, el Dr. Alison
Macintosh.
"Al
interpretar los huesos de las mujeres en un contexto específico femenino,
podemos comenzar a ver cuán intensivos, variables y laboriosos fueron sus
comportamientos, insinuando una historia oculta del trabajo de las mujeres
durante miles de años".
Atletas de élite
Los
investigadores utilizaron un escáner CT para analizar los huesos del brazo
(húmero) y la pierna (tibia) de mujeres modernas: desde corredoras, remeras y
futbolistas hasta aquellas con estilos de vida más sedentarios.
Las remeras
pertenecían al Women's Boat Club de Cambridge, y ganaron la Boat Race del año
pasado. Estas atletas modernas de élite registraron entrenamientos de más de
100 km a la semana en el río Támesis.
Las mujeres neolíticas tenían brazos más fuertes que las remeras de élite |
La
fortaleza de los huesos de las atletas, se compararon, con los de mujeres de
principios de las épocas agrícolas neolíticas, hasta las mujeres de comunidades
agrícolas de la Edad Media.
Las
mujeres neolíticas analizadas en el estudio (que vivieron hace alrededor de
7.000 años) tenían una fuerza similar en los huesos de las piernas a la de las mujeres
vivas, pero los huesos de sus brazos eran entre un 11 y un 16% más fuertes por
su tamaño que los huesos de las remeras. Los brazos de las mujeres de la Edad
de Bronce eran aún más fuertes.
Los
científicos creen que las mujeres prehistóricas pueden haber usado piedras para
moler granos como la espelta y el trigo, para obtener harina, lo que habría fortalecido
los huesos del brazo de las mujeres de una manera similar al movimiento de
remar de las mujeres modernas.
En los
días previos a la invención del arado, la agricultura implicaba plantar, labrar
y cosechar todos los cultivos a mano, y las mujeres probablemente llevaron a
cabo muchas de estas tareas.
"También
es probable que las mujeres fueran a buscar comida y agua para el ganado
doméstico, procesando leche y carne, y convirtiendo pieles y lana en
textiles", dijo el Dr. Macintosh.
El
estudio, publicado en la revista Science Advances, sugiere que el trabajo de
las mujeres fue clave para el crecimiento de la agricultura.
El Dr.
Jay Stock, autor principal del estudio y jefe del Proyecto ADaPt, agregó:
"Nuestros hallazgos sugieren que, durante miles de años, el riguroso
trabajo manual de las mujeres fue un impulsor crucial de las primeras economías
agrícolas.
"La
investigación demuestra lo que podemos aprender sobre el pasado humano a través
de una mejor comprensión de la actividad humana en la actualidad".
última consulta el 30 de noviembre de 2017.
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