CATÁLOGO DE YACIMIENTOS DE HUESCA (146-147), por Manuel Bea Martínez (Coordinador)
*Editado por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón
HISTORIA
El hallazgo de este abrigo se enmarca en el contexto de los trabajos de prospecciones intensivas realizados por el Museo Provincial de Huesca dirigidos por V. Baldellou, siendo dado a conocer en 1986 (Baldellou; Painaud y Calvo 1986).
LOCALIZACIÓN
Los abrigos se localizan hacia el curso medio del barranco que les da nombre, abriéndose en la margen derecha del mismo. El camino de acceso al abrigo levantino resulta hasta cierto punto complicado ya que es necesario recorrer el desarrollo del barranco que se va estrechando y haciendo más tortuoso conforme se avanza. Desniveles abruptos y altas y verticales paredes acompañan en todo momento al visitante al que le envuelve un paisaje con una frondosa vegetación de pinares salpicado de pequeñas fuentecillas a lo largo del sendero.
El abrigo se localiza en una zona alta del farallón rocoso que se ensancha en ese momento señalando la salida del estrecho por el que circulaba el sendero.
DESCRIPCIÓN
En una especie de abrigo corrido orientado al Sureste y que alcanza los casi 20 metros de longitud y los 5 de profundidad máxima, se halla la única figura levantina que compone el conjunto de Chimiachas L. Se trata de una de las representaciones de ciervos más espectaculares de todo el arte levantino, una figura de 40 centímetros de longitud y orientada a la izquierda con una prestancia y detalle notables. La figura fue realizada mediante un grueso perfilado de la silueta en color rojo oscuro, la misma tonalidad que presentan determinadas partes de la anatomía del animal, como la cabeza, las astas o las patas. El interior del cuerpo, con evidentes signos de deterioro, se rellenó con una tonalidad rojiza más clara.
El evidente naturalismo empleado en la confección de la representación no cuestiona la estilización o tendencia a la simplificación de determinados tratamientos o detalles que se pueden intuir en un cierto alargamiento del cuerpo con respecto a las patas. Éstas resultan bastante naturalistas, esbeltas y delicadas con cierto tratamiento anatómico en el que se marcan los corvejones sin que el estado de conservación de las mismas permita observa otros detalles, como las pezuñas. El cuerpo aparece masivo y estilizado, con un gracioso tratamiento redondeado para los cuartos traseros en los que se adivina una pequeña cola. El cuello aparece erguido y da paso con elegancia a una cabeza de tendencia triangular y con detalles, como el morro, una oreja y el arco supraorbital. La cornamenta, de grandes dimensiones, aparece en perspectiva torcida y de tendencia naturalista en la plasmación de los candiles que se representaron en número de seis en ambas astas.
A unos cien metros del abrigo levantino y a los mismos 900 m.s.n.m., se encuentra el denominado abrigo de Chimiachas E, en el que tan sólo se conserva un único resto pictórico esquemático definido como digitación.
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