CATÁLOGO DE YACIMIENTOS DE HUESCA (159-161), por Manuel Bea Martínez (Coordinador)
*Editado por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón
HISTORIA
Los conjuntos decorados fueron descubiertos en el transcurso de las prospecciones arqueológicas llevadas a cabo por el equipo del Museo de Huesca durante los años ochenta del pasado siglo. Tras el estudio pormenorizado de las mismas y la confección de los calcos serían publicadas con motivo del 50º Aniversario de la revista Empuries (Baldellou et alli 1993c), si bien fueron objeto de una breve publicación de carácter divulgativo con anterioridad (Baldellou 1992a).
Abrigos de Barfaluy |
LOCALIZACIÓN
Los abrigos se abren en las altas paredes calcáreas del barranco de la Choca, no muy lejos de su confluencia con el río Vero y cercanos al conjunto de la Fajana de Casabón. El acceso a los conjuntos decorados, que ocupan los diferentes covachos que se abren contiguos unos a otros, se realiza a pie siguiendo una pista o senda de los carboneros bien señalizado que parte de Lecina. El trayecto, relativamente duro, culmina en unas escaleras metálicas que permiten el acceso a una especie de amplia cornisa donde se abren las cavidades. En alguna de éstas es posible observar los restos de antiguos arnales hoy en desuso.
El paisaje desde los abrigos decorados resulta impresionante, dando la sensación de estar prácticamente colgados de las paredes verticales que conforman el barranco, permitiendo, asimismo, establecer contacto visual con otras zonas decoradas, como Cueva Palomera.
DESCRIPCIÓN
La totalidad de las representaciones contenidas en estas estaciones se corresponden con antropomorfos, cuadrúpedos o signos esquemáticos. El estado de conservación de algunas de estas pinturas, unido a la singularidad de las mismas y a las escenas representadas hacen de estos abrigos unos de los más interesantes del conjunto esquemático del Parque Cultural del Río Vero.
En este sentido destacan los antropomorfos esquemáticos de Barfaluy I, en los que se resaltaron los dedos de los pies y de las manos. Una de estas representaciones parece tirar mediante una cuerda de un objeto (tal vez un trineo o narria o quizá un cuadrúpedo esquemático sin extremidades inferiores) sobre el que descansa otro antropomorfo. A la derecha de esta escena aparecen una serie de figuras, igualmente esquemáticas y con la misma tonalidad. Una figura humana orientada a la derecha se representó con las piernas y los brazos abiertos destacándose en las extremidades, como ocurre en el caso anterior, los dedos que varían en número de cuatro y tres. Asimismo, entre las piernas y sin que se aprecie contacto directo con la figura se plasmó un punto redondeado de pequeñas dimensiones. A escasos dos centímetros de la cabeza del antropomorfo se plasmó una especie de signo en forma de Y invertida con el trazo central bastante alargado, tal vez la figura de otro antropomorfo inacabada. Por debajo de la representación definida aparecen una serie de trazos mal conservados y dos cuadrúpedos esquemáticos de color rojo anaranjado. Los animales, figurados en el mismo plano horizontal, se pintaron mediante un simple trazo para la representación del cuerpo que termina en ambos extremas en ligeras inclinaciones para señalar la cabeza y la cola del animal, que en un caso se muestra doblada. Dos trazos verticales indican las orejas de los zoomorfos, mientras que otros cuatro representan las patas.
En el sector 3 del abrigo aparece un signo compuesto por trazos en forma de W distribuidos verticalmente y yuxtapuestos entre sí.
En el abrigo de Barfaluy II nuevamente es la temática antropomorfa la que predomina, siempre de estilo esquemático, si bien en este caso se destaca una representación humana montada sobre un cuadrúpedo. En el sector 3 del abrigo aparece al menos una nueva figura humana esquemática aunque con una serie de convenciones o rasgos estilísticos muchos más estilizados. Así pues, un fino y largo trazo vertical hace de cuerpo y cabeza, la cual no se destaca mediante ningún tipo de tratamiento o engrosamiento. Las piernas aparecen representados por dos trazos oblicuos en forma de V invertida. Esta misma convención se empleó en la realización de dos pares de brazos o bien un par de brazos y adornos.
Al Oeste de esta cavidad, se encuentra la de Barfaluy III, en cuyo sector 2 se representó un grupo de seis cápridos esquemáticos dirigiéndose a la izquierda y de una tonalidad negruzca. En todos ellos las convenciones empleadas fueron las mismas. Un trazo horizontal como cuerpo, sin que se destaque o represente la cabeza del animal, que tan sólo se reconoce por las dos líneas curvas paralelas que representan la cornamenta, mientras que cuatro trazos verticales más finos configuran las patas. A unos 15 centímetros por encima del grupo de cápridos y ligeramente desplazado hacia la derecha de éste, se observa la figura, parcialmente conservada y en la misma tonalidad oscura, de un ciervo macho con una gran cornamenta formada por un grueso trazo vertical y múltiples líneas cortas y finas que surgen de la anterior.
A unos 50 metros hacia el Oeste del conjunto anterior existe un abrigo de algo más de 10 metros de longitud por 4 de profundidad máxima en el que se constata la existencia de un grupo de digitaciones en color negro. Éstas forman alineaciones paralelas entre sí con un número variable de puntuaciones en cada una de ellas. Asimismo, se atestigua la presencia de un signo en forma de T, parcialmente conservado.
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